Un centro social enfrenta a los vecinos de un pueblo de Lena

A priori un centro social debe entenderse como un espacio de encuentro y de confraternización vecinal, pero en el ámbito rural en ocasiones sigue cobrando validez, por desgracia, ese dicho tan antiguo de “pueblo pequeño, infierno grande”, que enciende desavenencias entre las gentes que habitan en un mismo lugar. En Reconcos, en el valle lenense de Muñón, el conflicto entre familias se ha desencadenado precisamente por el uso de un local de reunión. Hasta tal extremo que uno de los bandos ha solicitado al Ayuntamiento que medie y ha iniciado los trámites administrativos para constituir una nueva asociación.

La confrontación comenzaba a enquistarse las pasadas Navidades, cuando un grupo de madres pidió organizar una recepción de Papá Noel a los niños. La directiva rechazó autorizar el acto festivo al considerar que el inmueble carece de seguro de responsabilidad civil y presenta una serie de deficiencias arquitectónicas (el enganche de luz se toma de una cuadra), a falta de rematar su adecuación, que pondrían en riesgo la seguridad de los chicos. En el Antroxu se echaba más leña al fuego de la discordia, bajo los mismos argumentos, y las personas que se sumaron a la mascarada (en la fotografía) acabaron buscando cobijo en una cochera.