La posición del “radar” en La Pola y un límite “muy ajustado” desata las protestas de los conductores

En La Pola se clamaba desde hacía años por mecanismos que controlasen las altas velocidades a las que circulan determinados conductores por las dos travesías que cruzan el casco urbano, pero el estacionamiento de un vehículo “radar” durante las últimas semanas en la población ha encendido las protestas de algunos de los sancionados, quienes opinan que prima el afán recaudatorio por encima de la seguridad de los ciudadanos.

El motivo de sus quejas se centra en dos aspectos: la posición en la que se aparca dicho vehículo, por lo general en tramos situados a las afueras de la localidad, “cuando lo lógico es que estuviera en los sitios en los que hay más peatones”, como ha señalado uno de los multados a este periódico. Y el segundo se basa en que el límite para que salte el disparo está “excesivamente ajustado”, en torno a los 40 kilómetros por hora, diez más de los permitidos, lo que obliga a la mayoría de los coches a circular en segunda.

“Estamos de acuerdo en que hay que vigilar a los desaprensivos que no respetan nada, pero al final pagamos justos por pecadores, pues un despiste lo puede tener cualquiera y sobrepasar una velocidad tan corta es muy fácil y más cuando ya ves que no hay gente cerca”, indicó.

Las redes sociales también se están haciendo eco del malestar ante el restrictivo control, con numerosos comentarios a favor y en contra de la actuación policial. En la fotografía, uno de los vehículos “radar” que la “Dirección General de Tráfico” (“DGT”) desplaza periódicamente a Lena.