Lena prohíbe transformar bajos en viviendas, a contracorriente de la tendencia de otros ayuntamientos

Lena prohíbe transformar bajos comerciales en viviendas al mantener vigente una obsoleta normativa urbanística que va a contracorriente de las tendencias actuales, en que cada vez son más los ayuntamientos que sí autorizan ese uso para unos locales que por lo general carecen de actividad, como ocurre en el Municipio, en que uno de cada tres está fuera de servicio, según se ha publicado en este periódico. Además, se da la paradoja de que varios pisos sí están a nivel de calle, como ocurre con los de las “colominas” del barrio Santa Cristina o de Padre Suárez, cuya construcción fue anterior a una ordenación que se aplica desde principios de siglo.

En muchos términos de España ya es posible realizar esa reconversión, que requiere de una tramitación previa, la cual establece obtener un informe de compatibilidad con el resto del edificio, contar con el permiso de la comunidad de vecinos, solicitar licencia de obras y de cambio de uso y, lo más importante, una cédula de habitabilidad, junto con los correspondientes trámites registrales y notariales. Una condición que es igual para todas las comunidades es que la superficie útil debe tener un mínimo de entre 35 y 40 metros cuadrados o 25 metros si se va a dedicar a estudio.

Para la modificación de la reglamentación es necesario un acuerdo plenario de la Corporación, sin que por el momento se haya sometido a debate, aun cuando ello permitiría desbloquear la situación de abandono que sufren actualmente muchos bajos, algunos cerrados desde hace años.