El artista lenense Jesús Angel García sí puede alardear de que es profeta en su tierra, donde es una persona muy apreciada, y tras años afincado en Piedras Blancas quiere devolverle ese cariño a Carabanzo. Lo ha hecho, como él mejor sabe, pintando un paisaje rural en un muro de contención en una de las caleyas más transitadas de su pueblo natal. En el mural plasma varios animales, como símbolo de un campo asturiano en otro tiempo en plena efervescencia y hoy muy decadente. La obra llama la atención de las personas que pasan por el lugar.
Cabe recordar que Jesús Angel García, docente de profesión, ya abrió el verano pasado en un local de Carabanzo una exposición con una selección de su creación pictórica y de unas piezas bautizadas por él con el nombre de “tosquedades”, que se ganó el elogio colectivo. Durante su larga trayectoria colgó sus trabajos en salas de Barcelona, Madrid, Baena o Gante, así como en las principales ciudades de la región. Ahora deja su huella en la que siempre será su casa.
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