El gran parque por el que La Pola sigue suspirando

Un gran parque es la asignatura pendiente de La Pola para que la capital lenense experimentase un avance que conllevaría un salto cualitativo en la mejora de la calidad de vida de sus habitantes. Si bien hay pequeñas zonas verdes y de descanso repartidas por el casco urbano, se echa en falta una superficie amplia para la práctica del ejercicio físico y como lugar de recreo. Hace 15 años se acarició esa posibilidad. Pero finalmente se esfumaría, al igual que otros planes que tropezaron con un escollo tan insalvable como no contar con disponibilidad económica para su financiación.

En 2008 el Gobierno Municipal, entonces conformado por Izquierda Unida (IU) en coalición con el Bloque por Asturies (BA), presentó un proyecto al Principado, como alternativa al inviable Centro de Ocio y de Aventura “Puerta de Asturias” que el fallecido presidente Vicente Alvarez Areces había anunciado en campaña electoral. La propuesta se fundamentaba en habilitar un espacio en El Sotón dotado con una serie de instalaciones deportivas.

El primer teniente de alcalde en aquella legislatura, Xosé Agripino Pérez Acebal, y el concejal delegado de Cultura, David Suárez (ambos integrados actualmente en Compromisu por L.lena), mantuvieron un encuentro con la directora general de Turismo, Elisa Llaneza, quien se mostró receptiva a la idea. No pasó de ahí.

Obstáculos como las trabas para la adquisición de las fincas ubicadas entre el Mercado de Ganados y el campo de fútbol, propiedad de los herederos del Marqués de Regueral en su mayoría, y, sobre todo, la “pérdida” de los 5 millones de euros que habían sido consignados con cargo a los “Fondos Mineros” para la urbanización de ese marco, dieron al traste con un esquema que planteaba crear una laguna artificial y en su entorno un circuito de “footing”, barbacoas, columpios y aparatos de gimnasia para los mayores.

El “codo con codo” que prometió Llaneza para sacar adelante ese equipamiento, con la colaboración conjunta de las dos administraciones, se quedaría en papel mojado. Hasta hoy.