Lena, a poco más de dos centenares de habitantes de perder su actual categoría municipal

Lena está cada día más cerca de perder su actual categoría municipal, un rango que, equiparable al que se aplica en las competiciones deportivas, determina diferentes divisiones en función del censo, con un límite que se establece en la franja de los diez mil habitantes. Las últimas revisiones llevadas a cabo por el “Instituto Nacional de Estadística” (“INE”) sitúan la población del Concejo muy ligeramente por encima de esa cifra (en torno a las 10.270 personas, aunque con fluctuaciones a menudo) y con una tendencia a la baja que indica pérdidas de más de un centenar de empadronados en cada uno de los recuentos realizados desde principios de siglo.

Tanto es así que una comparativa entre 2002, con 13.717 habitantes, y la actualidad refleja una caída de prácticamente un cuarto de población durante este periodo. De mantenerse esa evolución a la vuelta de dos o tres años se traspasaría el umbral que le llevaría a la franja de demarcaciones que tienen entre 5.001 y 10.000 censados. Ello conllevaría una serie de modificaciones en cuanto a ordenaciones administrativas. Entre las más significativas, una menor asignación en el capítulo de subvenciones, el cierre de servicios públicos (oficinas de atención al ciudadano, etc.) y un recorte en el número de concejales en el Ayuntamiento, de diecisiete a trece, según se determina en el artículo 179.1 de la Ley Ordenación de Régimen General (LOREG).

Si se echa la vista atrás se observa una línea decadente que se mantiene imparable. Sirva como dato que en 2003 se contabilizaban 13.602 habitantes. A partir de ahí comenzaría el declive: en 2004 se pasó a 13.425, en 2005 a 13.276, en 2006 a 13.092, en 2007 a 13.001, en 2008 a 12.966, en 2009 a 12.782, en 2010 a 12.718…

Dos son los factores que han repercutido en ese retroceso demográfico: por un lado que las defunciones duplican, y en algunos meses hasta triplican, a los nacimientos, lo que se traduce en un índice vegetativo de signo negativo, y por otro, al éxodo de jóvenes en busca de un porvenir laboral que no les ofrece esta tierra. Por el momento la llegada de la Alta Velocidad, con la apertura de la Variante Ferroviaria del Pajares, y la expansión de la fibra óptica al área rural no han logrado revertir la situación.

En la fotografía, una imagen muy simbólica del Parque Infantil de La Pola, sin gente, durante el confinamiento domiciliario que se decretó por la pandemia de Covid.