La deuda eterna de Transportes con Lena

Con la promesa de una moderna estación de ferrocarril para La Pola encima de la mesa, que ya está más que demostrado que no será para nada la central del AVE en Asturias, como pedían los grupos de la Corporación lenense, por unanimidad, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (antes de Fomento), ahora presidido por el vallisoletano Oscar Puente, mantiene una vieja deuda con un municipio que ha tenido que sufrir las duras consecuencias de las obras de canalización de la Autopista del Huerna (AP-66), primero, y recientemente de la Variante del Pajares.

Tanto es así que el único “pago” que ha recibido Lena de ese departamento estatal se reduce a la instalación de un semáforo regulador de la circulación en la travesía de Campomanes. Y tras unas cuantas movilizaciones y cortes de tráfico protagonizados por vecinos. No hay más.

Continúan pendientes reclamaciones como la finalización del semi enlace sur a La Pola, que no se sabe muy bien por qué motivo sigue sin contar con un carril de incorporación a la Autovía A-66 en dirección a Oviedo, desde que fuese inaugurado allá por principios de siglo, y tampoco ha habido avances materiales en el proyecto para conectar el polígono industrial de Villayana y La Pola con un nuevo acceso desde la A-66, entre La Corrona y San Feliz. Ni en la insistentemente reivindicada implantación de paneles de insonorización acústica en el tramo más cercano a las viviendas de la población.

Los antecesores de Puente se han comprometido a estudiar todas esas peticiones, reiteradas en varias ocasiones, pero los avances hasta ahora han sido nulos. En la fotografía, "El Entronque" de La Pola.