El Plan Urbano de Lena, sin revisar desde 2005, frena la edificación en suelo que se reclama como urbanizable

El “Plan General de Ordenación Urbana” (“PGOU”) de Lena, redactado por los arquitectos Joaquín Cores Uría e Isidro Fernández Urdangaray y aprobado por la Corporación en un Pleno de carácter extraordinario celebrado el 27 de junio de 2005, requiere de una revisión que adapte la ordenación a las necesidades actuales del Municipio. De hecho, varios de los principios en los que se sustentaba se quedarían desfasados a tan sólo los 5 años de su entrada en aplicación.

El “PGOU” lenense relevaba a otra regulación anterior, de 1995 (ahora ya han transcurrido, por tanto, casi dos décadas desde su entrada en vigor), y salió adelante tras casi dos años de debates y varias modificaciones sobre el documento inicial, al que se interpusieron un total de 207 alegaciones. Ya entonces titulares de fincas en pueblos como Columbiello, Carabanzo, Xomezana o Piedracea, entre otros, pidieron derogar una normativa que confería a sus terrenos la calificación de suelo rústico y, de facto, no edificables, colindantes con otros que sí recibieron ese tratamiento. En la actualidad muchos de aquellos propietarios siguen manteniendo su vieja reivindicación, a la espera de una nueva normativa.

Por su lado, la crisis del sector inmobiliario echaría abajo otras previsiones recogidas en el “PGOU”, entre las que figuraba la creación de una “ciudad lineal” entre Villayana y Vega del Ciego, una conexión que pasaba por la urbanización del polígono industrial de La Vega, al que atravesaría una senda peatonal, al lado del cauce fluvial, y de La Llera, una superficie ésta en la que se contemplaban medio millar de viviendas.