Si a mediados de junio LA VOZ DE LENA se hacía eco de las quejas ciudadanas por supuestas deficiencias en el servicio de atención al público en la oficina de la Seguridad Social de La Pola, que achacaban a falta de personal, ahora la problemática se ha acentuado con la baja laboral de una de las personas que están al cargo de dicha unidad, en la calle Ramón Pérez de Ayala, en el barrio de Robledo. Así se refleja en un cartel colgado de la puerta de entrada en el que se comunica la suspensión de la actividad por ese motivo.
Los usuarios temen que esa situación se repita con relativa frecuencia ante la corta plantilla y denuncian una “maniobra encubierta” por parte del Instituto para centralizar el servicio en Mieres, adonde se remite a los que precisen solventar algún trámite mientras dure el cierre actual.
Como se publicó en esta edición digital, los interlocutores consultados por este periódico señalaban que cualquier intento de establecer una comunicación telefónica para concertar una cita o recabar información resultaba imposible, al recibir como única respuesta el conocido tono “de espera” que indica que “todos nuestros operarios están ocupados”.
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