Los “esqueletos” de las “vacas gordas”

Hubo una época en la que, aunque hoy cueste creerlo, el dinero parecía llover del cielo. Más bien de unas nubes con forma de fondos de reactivación que en Lena también dejaron algunas obras, la mayoría de ellas inacabadas, que en la actualidad son, diríamos, los “esqueletos” de aquellas “vacas gordas”. Un paseo por La Pola enseña varias herencias de aquella etapa.

La más llamativa quizás sea el puente que une La Barraca con La Llera, en el que se invirtieron en torno a 100 millones de las antiguas pesetas (600.000 euros en la reconversión a la moneda actual), que nunca llegó a cumplir la función de servir de paso hacia lo que iba a ser un enclave residencial, frustrado por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Hace ya unos cuantos meses desde el Ayuntamiento se anunció que se aprovecharía esa infraestructura para un bulevar peatonal, pero el proyecto aún no ha despegado.

El listado de equipamientos e instalaciones que pueden entrar en ese capítulo no se agota con el modernista puente de La Llera, sino que se amplía con el infrautilizado Mercado de Ganados de Robledo, con una captación de aguas en el río Payares que debería haber sustituido a la del Güerna, en algunos momentos muy contaminada por los vertidos generados por las obras de la Variante del Pajares, o con un acceso Sur que carece de una salida hacia la Autovía A-66 en dirección a Oviedo.

En la imagen, el puente de La Llera.