Lena busca utilidad a la casona de Ronzón tres años después del desalojo de sus okupas

La casona de los Bernaldo de Quirós, en la aldea lenense de Ronzón, sigue sin utilidad alguna, más allá de servir como sede permanente a la “Fundación Ronzón”, cuando ya han transcurrido más de tres años desde que en febrero de 2020 fuese desalojado por la fuerza un colectivo de treinta okupas que se habían adueñado de esa construcción nobiliaria. El recién constituido patronato, renovado con la representación del Partido Popular (PP) en ese órgano, por decisión de la alcaldesa, Genma Alvarez Delgado (ver más información en esta edición digital), tiene ante sí el reto de darle uso a unas instalaciones que fueron cedidas por unas terratenientes lenenses para el desarrollo y fomento de actividades agrícolas y ganaderas, según se estipula en los estatutos por los que se rige.

Si bien se han barajado diferentes proyectos, ninguno ha conseguido salir adelante. Por el camino se quedaron un aula forestal, como escuela de prácticas para los alumnos que cursan esa especialidad académica en el Campus de Mieres, o un centro de formación en apicultura.

Tras la evacuación de los okupas que se habían establecido en sus dependencias, en una operación que requirió la intervención de un amplio dispositivo de Antidisturbios de la Guardia Civil (en la fotografía), se anunciaron varios planes para revitalizar un patrimonio arquitectónico que está declarado como “Bien de Interés Cultural” (“BIC”).

Con anterioridad, en 2013, el “Administrador de Infraestructuras Ferroviarias” (“ADIF”) había invertido 300.000 euros en su rehabilitación, para subsanar las grietas originadas por el calado de un túnel bajo sus cimientos para abrir paso a la Variante del Pajares. 

Entonces la idea era crear un centro de desarrollo rural, con invernaderos y granjas, iniciativa para la que se pidió una ayuda económica a la Dirección General de Montes, que no llegaría.