Con un aspecto físico magnífico (basta con ver la fotografía que ilustra este artículo) y con una memoria que ya quisieran para sí muchas personas más jóvenes, la “abuela de Lena”, Argentina González, irradia una vitalidad que para nada es propia en una mujer que ya suma más de un siglo de vida. Exactamente, 104 años, que en breve serán 105.
Natural de Malveo y durante muchos años vecina de la barriada minera de Santa Cristina, en el corazón de La Pola, en la actualidad está internada en la Residencia de Ancianos “Virgen del Rosario”, en Oviedo, donde recibe las visitas de sus hijos (uno de ellos es el conocido constructor, ya jubilado, Juan Antonio Bernardo), nietos y biznietos. Todavía es capaz de mantener una conversación coherente y fluida y de recordar muchas vivencias del pasado.
Si bien sufre los achaques lógicos de tan avanzada edad, la fórmula de su longevidad es un secreto que ni ella misma afirma conocer, más allá de unos hábitos sanos y, sobre todo, una salud de hierro. Suficiente para haber superado los malos momentos que, como a todos los de su generación, le tocó vivir, con una guerra civil de por medio y una potsguerra, con muchas necesidades en las familias, hasta llegar a ser una centenaria por la que los lenenses sienten admiración.
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