Lena pinta hoy muy poco

Es un hecho constatable que de un tiempo a esta parte Lena ha perdido peso en el panorama regional. De ser un municipio con cierto protagonismo, y durante algunas fases hasta un referente para otros términos con un censo de población similar, ha pasado a un plano secundario, aun cuando se vive una etapa, con la reciente apertura al tráfico de la Variante del Pajares y la llegada de la Alta Velocidad a Asturias, en la que tendría que estar permanentemente en el foco de la actualidad. Sin embargo, muy al contrario, un simple repaso a la prensa autonómica en los últimos meses desvela que la presencia del Concejo en los medios de comunicación es insignificante. Y no siempre con noticias positivas, por desgracia.

Pero al margen de salir más o menos en los periódicos, varios acontecimientos demuestran la cesión de esa, digamos, atención que se había ganado con diferentes gobiernos, de distinto signo, en el Ayuntamiento. Hay unos cuantos ejemplos que dan testimonio de esta observación: basta con echar la vista atrás para recordar aquellos días en los que el príncipe, hoy rey de España, Felipe VI visitó esta tierra para hacer entrega del Premio “Pueblo Ejemplar de Asturias” a la parroquia de Xomezana y el Valle del Güerna. O la inauguración de las obras de la citada Variante en una gélida mañana de invierno en Los Pontones (Teyeo). O cada uno de los cortes de cinta que se han llevado a cabo en el último cuarto de siglo: desdoblamiento del Polideportivo “Jesús Suárez Valgrande”, entrada en servicio de las piscinas cubiertas de El Masgaín, mejora de carreteras… En todos esos actos protocolarios los alcaldes de turno estuvieron en la tribuna presidencial y en el centro de la imagen.

Quedará grabado para siempre en la memoria el bochorno que sentimos muchos lenenses cuando el pasado 29 de noviembre el tren que abría la nueva línea ferroviaria, tras más de dos décadas de espera y dejar como legado un enorme rastro de destrozos en Lena, pasaba de largo en dirección a Oviedo, sin detenerse ni un minuto en la estación de La Pola. Pero es que, además, la actual alcaldesa, Genma Alvarez Delgado, fue ninguneada en la carpa ovetense en la que se celebró la ceremonia principal, siendo relegada a los asientos reservados para el público, como una invitada más. Tanto como que al día siguiente tuvo que sacarse un billete, a León, para viajar a través de los túneles que perforan la Cordillera.

Podría acusarse esa marginación a una cuestión política, pero es que por esa regla de tres cuesta justificar la decisión de la Consejería de Ordenación del Territorio, dirigida por Ovidio Zapico, de Izquierda Unida (IU), de dejar fuera a un ayuntamiento gobernado por esas mismas siglas del mapa de viviendas protegidas, en régimen de alquiler, para jóvenes que deseen independizarse del hogar paterno, máxime cuando unas semanas antes los dirigentes locales le habían pedido, casi suplicado, que se tuviesen en cuenta los terrenos reservados en Villayana para esa finalidad. Se prevén más de medio millar y ni una en suelo lenense.

Mientras que otros concejos mantienen una línea ascendente, Lena ha entrado en una caída que hoy parece imparable, con un goteo constante de cierres de negocios y un desplome histórico en el precio de pisos y bajos comerciales. Urge revertir esta situación cuanto antes y no basta con vueltas ciclistas (que pueden ayudar, no se discute), sino que hay que hacerse respetar, si es necesario con algún que otro puñetazo encima de alguna mesa.

Adoptando el papel de “bienquedas” o cumpliendo órdenes de partido (todavía retumba el silencio “sepulcral” a la hora de exigir al ex consejero de Sanidad, Pablo Fernández, una fecha concreta para la puesta en marcha de las retrasadas obras del Centro de Salud de La Pola) vamos a seguir viendo trenes pasar y los chavales tendrán que hacer lo que ya hacen ahora: irse.

Avelino Llera (Director de LA VOZ DE LENA)